La instalación de cercas eléctricas se perfila como una medida efectiva para proteger a los animales de producción.

Chetumal (Marcrix Noticias)-En la zona sur de Quintana Roo, los ataques a ganado por parte de jaguares y pumas han mostrado un aumento alarmante en los últimos cinco años. Fernando Contreras Moreno, biólogo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), reporta que los incidentes verificados de depredación por jaguares pasaron de cuatro en 2018 a 12 en 2023, mientras que los ataques de pumas variaron entre uno y tres por año.

El ganado ovino ha sido el más afectado, con 24 muertes causadas por jaguares y 12 por pumas durante este periodo. El ganado bovino también ha sufrido, con 16 bajas por jaguares y dos por pumas en cinco años. Contreras Moreno aclara que no hay un patrón específico en los ataques, ya que estos eventos ocurren donde coinciden el ganado y los depredadores.

Los jaguares y pumas usualmente se alimentan de venados y tortugas, pero la urbanización ha segmentado sus hábitats, obligándolos a recurrir al ganado. Esta situación es común en el sur del estado, especialmente en Majahual, donde borregos y vacas han sido afectados. Para mitigar estos ataques, se ha implementado el uso de cercas eléctricas.

“Una de las estrategias que más nos ha funcionado es el establecimiento de cercos electrificados. Lo usamos para evitar que los felinos se metan al sistema de producción”, resaltó Contreras Moreno.

WWF ha desarrollado un proyecto para instalar cercas eléctricas en puntos críticos de la selva maya, como la reserva de Gran Calakmul en Campeche. Estas cercas, con una vida útil de 20 a 25 años, tienen un costo inicial de entre 34,890 y 42,111 pesos, cubriendo cables y postes de madera. Además, se llevan a cabo talleres para mejorar prácticas ganaderas y conocer nuevos sistemas silvopastoriles.

Para proteger a las mascotas y animales de granja, se recomienda no dejarlas fuera de casa, mantener las áreas bien iluminadas e instalar sensores de movimiento. WWF también ofrece un servicio de reporte y verificación de ataques, proporcionando asistencia y recomendaciones específicas para cada caso.

Entre 2018 y 2023, además del ganado ovino y bovino, se han reportado otros animales depredados: un ejemplar porcino, uno equino y un animal caprino, que ha sido atacado por perros, coyotes, pumas y jaguares. Un animal bovino también fue cazado por coyotes.

El incremento en los ataques de depredadores a ganado refleja la necesidad de implementar medidas efectivas y sostenibles para proteger la producción animal y mantener el equilibrio ecológico en la región. La instalación de cercas eléctricas y la educación en prácticas ganaderas mejoradas son pasos esenciales en esta dirección.

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