Las torres de la granjas Carrol se levantan entre las nubes de esta comunidad enclavada en Perote, Veracruz, cerca del límite con Puebla. Ahí, la lucha por el agua limpia cobró dos víctimas el pasado jueves; los hermanos Alberto y Jorge Cortina.
El estiaje fue devastador para los campesinos, durante tres años, aseguran, no ha llovido. El Monitor de Sequía de México lo pone como un municipio con condiciones muy secas.
Lugareños, quienes mantienen un bloqueo en la carretera Perote-Puebla, responsabilizan a los disparos de cañones contra granizo que tienen las granjas Carrol, del estiaje prolongado, el cual, dicen, los está matando, ya que al inhibir el granizo también están afectando el sistema de lluvias.
En entrevista, una inconforme narró que antes sembraban maíz, haba, frijol, trigo y cebada. Una o dos veces al año, dependiendo del tipo de cultivo, levantaban cosecha, agricultura de temporal, hasta que comenzaron a utilizarse estos cañones.
Nosotros tenemos todo seco, ¡ah!, pero si usted mira para allá puede ver la agricultura de riego, sus sistemas de los terratenientes encendidos las veces que sean necesarias, ahí no les falta agua, a ellos no les niegan los permisos para los pozos, ellos riegan sus hortalizas, se ven sus brócolis, todo verde, ahí no hay sequía, para ellos sí hay apoyos”, dijo.
Esta lucha no es nueva, en Puebla, durante años ha habido protestas por parte de campesinos poblanos, que exigen a las autoridades cesen el uso de estos cañones.
Sin embargo, granjas Carrol ha negado en varias ocasiones que utilicen los cañones antigranizo, a pesar de los constantes señalamientos de la población.
LOS HERMANOS
Aquí todo esto eran cultivos”, señaló uno de los manifestantes, mientras señalaba donde murieron los hermanos Alberto y Jorge.
A casi medio km de la carretera donde mantenían el bloqueo, siguiendo un sinuoso camino de tierra, es donde Alberto y Jorge cayeron con heridas mortales.
Sobre la arena se observan las marcas de los neumáticos de su tractor. Por los patrones se puede ver su desesperación, estaban huyendo. Los policías les disparaban, y ellos, no querían morir.
La Fiscalía estatal pidió a la FGR indagar.