Voluntarios y biólogos exigen la presencia de autoridades para que controlen la entrada a la reserva del Caribe Mexicano
Cancún (Marcrix Noticias).— Montículos de cascajo, residuos peligrosos e innumerables bolsas de basura son arrojados en una zona de ingreso al sistema lagunar Chacmuchuch, así como a la reserva de la biosfera del Caribe Mexicano y área nacional protegida de Cancún.
Cientos de camiones de carga entran a la zona de reserva ecológica y descargan toda clase de residuos afectando a los manglares y con el peligro de generar enfermedades.
Además, se han encontrado envases de plástico donde había aceite para motores, por lo cual los pescadores de la región también contribuyen a contaminar el ambiente.
Voluntarios y trabajadores de diversas dependencias municipales llevan a cabo un trabajo de limpieza que comienza en junio y concluye en noviembre; la última vez que se realizó la limpieza fue hace tres años.
Son casi 80 hectáreas de cobertura territorial para recolectar los desechos.
En la campaña de limpieza de este 2023 se espera recoger entre 400 y 500 toneladas de basura, de acuerdo con biólogos y voluntarios.
Tan sólo en un día pueden extraerse 20 toneladas de basura.
“De todos los residuos del sistema lagunar de Chacmuchuch, lo más fundamental tiene que ver con residuos peligrosos y residuos de manejo especial: estopas, baterías, pilas, aceites quemados, llantas electrónicos. Todas estas sustancias se escurren y se incorporan al sistema lagunar”, denunció un biólogo participante en la campaña de limpieza.
Explicó que los desechos generan mucha presión a todo el manglar de la zona protegida, pero la población no logra entender del peligro de esta práctica.
“Es importante hacer llamado a la gente para que no nos traiga estos residuos, no es basurero”, dijo el experto, quien alertó de enfermedades como paludismo, chicunguya o dengue.
Recordó que la población de entender que hay centros autorizados que recolectan residuos peligrosos o bien puede entregar estos objetos al servicio de limpia.
Urgen a más vigilancia
Los voluntarios que realizan las labores de limpieza de la zona exigen la instalación de una caseta a la entrada de la biosfera del Caribe Mexicano y al área natural protegida de la laguna manatí, la cual se caracteriza por el mangle.
Este ecosistema, dice el biólogo, ayuda a mitigar los efectos de los huracanes.
La caseta debería estar vigilada por los tres órdenes de gobierno y se requiere de una mayor presencia de policías estatales y municipales, Guardia Nacional y personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas.
Además, es necesario derribar los asentamientos irregulares ubicados en esta importante región natural.
“Le llaman ‘El Charrito’, pero devastó 2.5 hectáreas de manglar: lo rellenó y lo vendió como terrenos particulares”, denunció un voluntario en las labores de limpieza de esta zona protegida a partir de un decreto de 1999.
“Nadie hace nada” contra la gente que tira sus desechos, “no podemos con tanta basura de la gente puerca”, agregó.
Voluntariado
Tres estudiantes de la Universidad del Caribe, dos hombres y una mujer, se sumaron a las labores de limpieza para la temporada de este 2023.
Tamara Salas destacó la importancia de participar en esta campaña de limpieza para hacer conciencia del daño ecológico a la zona protegida.
Sus compañeros Rodrigo y Adrián coincidieron en la necesidad de crear conciencia sobre esta situación y de lo importante que significa recolectar los residuos peligrosos para entregarlos en los sitios y al personal especializados.
“Si no se toma conciencia no servirá de nada (la campaña), es la segunda vez (que participo) y en la última vez que vine estaba peor”, dijo Rodrigo.
Una joven protegida con guantes levantaba bolsas negras de basura a un costado de la vía de ingreso a la zona de mangle.
Entre la basura encontró depósitos de aceite que se utiliza en el motor de una lancha.
“Los mismos pescadores que vienen a sacar producto son los que también contaminan, a los lancheros se les hace fácil botarlo (la basura) a un lado del camino”, lamentó la voluntaria.