Los estadounidenses secuestrados no tenían antecedentes penales

Ciudad de México (Marcrix Noticias).— Los cuatro estadounidenses secuestrados el viernes en Matamoros, Tamaulipas, entraron a México a través de Brownsville ese mismo día.

Shaeed Woodward, Zindell Brown, Eric James Williamson y la mujer Latavia Mcgee ingresaron al país en una camioneta minivan blanca con placas de Carolina del Sur. La mujer tenía el objetivo de realizarse un procedimiento médico estético.

Ese mismo día, un grupo de civiles armados disparó a la camioneta blanca, obligaron a los tripulantes a bajar y fueron subidos a una camioneta, todo a plena luz del día.

Cuatro días después, en la conferencia de prensa de este martes, se informó de la muerte de dos de los cuatro estadounidenses, uno está lesionado y otro con vida.

El domingo, el FBI emitió un comunicado en donde ofrecía una recompensa de 50 mil dólares a quien diera información para dar con el paradero de los cuatro estadounidenses.

La Casa Blanca reaccionó al secuestro al señalar que el gobierno de Estados Unidos no iba a tolerar este tipo de actos.

Según CNN, los investigadores creen que los estadounidenses fueron atacados por error por un cártel mexicano que, probablemente, los confundió con narcotraficantes haitianos, pues no tenían antecedentes penales preocupantes que hayan sido identificados.

El grupo de amigos –que estaban unidos “como el pegamento”– creció en Carolina del Sur, dijo Zalandria Brown, hermana de Brown, a la CNN.

“Zindell es como mi sombra, es como mi hijo, es como el hueso de mi cadera. Somos así de unidos”, dijo la hermana.

Esta era la segunda vez que McGee iba a México para someterse a un procedimiento médico, dijo su madre. Hace unos dos o tres años, dijo Burgess, su hija viajó al país para someterse a una intervención quirúrgica.

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