Desde el regreso de Daniel Ortega al poder en 2007, su hermano Humberto le ha instado públicamente.
Nicaragua (Marcrix Noticias)- El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, lanzó duras acusaciones contra su hermano Humberto, calificándolo de “traidor” durante un evento frente a militares y policías. Esta declaración surge después de que la policía colocara a Humberto bajo “vigilancia médica” en su residencia hace unos días, en medio de una controversia desatada por una condecoración otorgada en 1992 al agregado militar de Estados Unidos en Managua.
Según Daniel Ortega, Humberto Ortega otorgó la medalla Camilo Ortega al agregado militar estadounidense, Dennis Quinn, en enero de 1992, lo que calificó como una “vergüenza” y una “traición al pueblo y la patria”. Esta declaración marca la primera vez que Daniel Ortega menciona públicamente a su hermano desde que surgió la controversia hace 12 días.
El presidente también se refirió al gobierno de Violeta Chamorro como “un gobierno impuesto por los yanquis”, a pesar de que Chamorro llegó al poder mediante elecciones organizadas por la administración de Daniel Ortega.
Humberto Ortega, quien era el jefe del Ejército en ese entonces, continuó en el cargo durante el gobierno de Chamorro, hasta su retiro en 1995. Daniel Ortega invalidó la entrega de la medalla a Quinn mediante un decreto oficial, calificándolo como una “afrenta” y una “acción de traición vendepatria”.
Tras una entrevista en la que Humberto Ortega expresó su preocupación sobre la sucesión de Daniel Ortega en el poder, la policía rodeó su residencia y le decomisó teléfonos móviles y computadoras. Aunque el gobierno no ha confirmado oficialmente que Humberto esté bajo arresto domiciliario, medios locales aseguran que su vivienda sigue bajo vigilancia.
Humberto Ortega ha criticado públicamente la represión policial contra manifestantes civiles durante la rebelión social de abril de 2018, en la que murieron cientos de personas y miles resultaron heridas.
El conflicto entre los hermanos Ortega refleja las tensiones políticas en Nicaragua y plantea interrogantes sobre el futuro del país en medio de la incertidumbre sobre la sucesión presidencial.