En Ciudad Juárez, se incrementó el tiempo de estancia de personas desplazadas. En 2019, más de la mitad permanecía entre 15 y 30 días, mientras que en el 2022 el promedio fue de 191 días.

El desplazamiento forzado interno se mantiene como una crisis latente en nuestro país; con una ley general congelada en el congreso y miles de personas saturando algunos de los albergues de la frontera norte de México, en busca de asilo en Estados Unidos.

Según datos de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, A.C, hasta septiembre de 2022 se estima que al menos 4,521 personas habían sido desplazadas en México, cifra que se suma a las más de 379,000 que han dejado sus hogares a causa de la violencia entre 2008 y 2021.

Mientras que entre enero y agosto de 2022, se contabilizan unos 17 episodios de desplazamiento forzado interno a causa de la violencia, en estados como Chiapas, Chihuahua, Zacatecas, Michoacán, Oaxaca y Guerrero.

En Mexicali, Baja California, al menos 70% de las personas que mantienen saturados los 32 albergues destinados para personas migrantes y en situación de vulnerabilidad, son mexicanos, quienes llegaron a la entidad luego de ser víctimas de desplazamiento forzado, así lo dio a conocer José Ascensión Moreno Mena, presidente de la Coalición Pro Defensa del Migrante A.C, en dicha localidad.

“Para nosotros es normal ver los albergues saturados… pero hay más migración interna por desplazamiento forzado que la de centroamericanos, venezolanos, etc.… ellos ahora están tomando la ruta del noroeste”, explicó.

En este sentido, Moreno Mena detalló que desde hace varios años las personas desplazadas internas que llegan a Mexicali provienen de al menos cuatro tres estados, fundamentalmente de Michoacán, Guerrero, Jalisco y Zacatecas, donde el clima de violencia está a la orden del día, lo cual, añadió, ha provocado que familias enteras, grupos de madres y sus hijos o mujeres que huyan de la violencia intrafamiliar, se desplacen hasta la frontera norte.

Y es que el activista destacó que además de ser víctimas de amenazas o extorsión por parte del crimen organizado quienes les cobran derecho de piso por tener algún negocio o los despojan de sus tierras, también existe otro fenómeno que ha surgido de esta la violencia: madres que salen de sus hogares para que sus hijos no sean reclutados por el narco.

Inunda desinformación

Lo anterior, lamentó el activista, ha generado una crisis de migración interna en Mexicali, ya que muchos de ellos llegan desinformados al pensar que al igual que los centroamericanos tienen la oportunidad de pedir asilo en Estados Unidos, sin embargo, señaló que al acercarse a las autoridades estadounidenses se dan cuenta que los mexicanos no están contemplados dentro de las categorías de asilo del país vecino.

Finalmente, el presidente de la organización, advirtió que el gobierno federal no tiene una política adecuada para atender el desplazamiento interno, mientras que hay una legislación en la materia congelada, lo que tampoco permite que se generen políticas públicas que atiendan a las personas que quieren regresar a sus lugares de origen o que les puedan otorgar vivienda o empleos.

Desde 2020, la Cámara de Senadores mantiene pendiente de análisis y votación una Iniciativa con Proyecto de decreto por el que se expide la Ley General para Prevenir y Atender el Desplazamiento Forzado Interno, que, entre otras cosas, busca que se reconozcan los derechos de las personas desplazadas y que las protejan en su calidad de víctimas de violaciones a derechos humanos, o víctimas de desastres vinculados con fenómenos naturales.

Casos en Chihuahua

A principios de septiembre de 2019, a Ciudad Juárez, Chihuahua comenzó el arribo de personas mexicanas internamente desplazadas provenientes de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Zacatecas que huían de diferentes situaciones de violencias.

En este marco, diversas organizaciones llevaron a cabo la encuesta de Mexicanos Desplazados y Solicitante de Asilo en Ciudad Juárez (ENMEDESA-2022), la cual indica que la estructura familiar de las personas desplazadas en la localidad se caracteriza por ser mayoritariamente de familiares nucleares y ampliadas. En 2022, el 27.2% eran jefes(as) de familia, acompañadas de sus cónyuges (12.3%) e hijos (48.7%) y el promedio de integrantes era de entre 3 y 5 integrantes.

Texto/Fotos: Maritza Pérez / El Economista / https://www.eleconomista.com.mx/ Foto: Internet / Agencias

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Gracias por Visitarnos !!