Esfuerzos deben dirigirse en mayor medida hacia aspectos que están desatendidos.

(MARCRIX Noticias).- El sector de las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (Socaps), como otros segmentos, atraviesa por la necesidad de una transformación digital, proceso al que un estudio reciente señala como un requisito en el entorno actual y no sólo como una opción estratégica.

El reporte de la Sparkassenstiftung Alemana, realizado con la colaboración de la empresa consultora Nimmök y con el apoyo de la Confederación de Cooperativas de Ahorro y Préstamo de México (Concamex) concluyó que la digitalización es indispensable para que las Socaps continúen con su rol de promover la inclusión financiera.

El estudio obtuvo como resultado que las instituciones participantes mostraron una calificación general de madurez digital de 39 puntos sobre 100, lo que colocó al segmento en un rango de “convencional”, según la clasificación de la investigación, que en orden ascendente son Principiante, Convencional, Innovador y Transformador.

A pesar de que el puntaje es bajo, el documento señala que ello se presenta como una oportunidad para reconocer los esfuerzos que llevan a cabo las Socaps para evolucionar en su transformación digital.

“No todas las tecnologías nos van a resolver los retos. Lo que necesitamos es llevar a las personas, al sector hacia la cultura del cambio, de la digitalización, de la transformación. Es una parte importantísima”, indicó Enrique Peñaranda, director de innovación y transformación digital en la Sparkassenstiftung Alemana.

Como antecedente, la investigación detalló que las Socaps operan en municipios donde el nivel de rezago social es alto, es decir, en donde la población vive en condiciones de mayor desventaja social. En estas zonas, estas instituciones tienen 61% de las cuentas de ahorro.

Por ello, en el documento se indicó que los esfuerzos en materia de digitalización deben dirigirse en mayor medida hacia aspectos que en la actualidad están desatendidos, especialmente aquellos relacionados con la experiencia de los socios, además de una cultura y la oferta digital orientada a resolver necesidades.

“Hay instituciones que tienen las capacidades para que esta urgencia se traduzca en una oportunidad de crecimiento, las de nivel innovador, ya tienen los medios para poder ambicionar. En instituciones de otros niveles, hay que validar si la demanda realmente está requiriendo servicios digitales. Si no es el caso, nuestra recomendación es aplicar la tecnología al interior de las instituciones”, comentó Peñaranda.

Texto: Tomado de Sebastian Estrada / El Economista / Foto: Internet/ Agencias

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